“El requisito primordial para escribir bien sobre comida
consiste en tener buen apetito”.
A.J. Liebling
La alimentación es una manifestación cultural cuya evolución histórica empezó muy temprano a reflejarse en escritos. Fue entonces cuando, además de ser una necesidad vital, fue percibida como un factor decisivo para la salud y el bienestar y un arte que se difundiría a través de la representación escrita, sobre todo tras la aparición de la imprenta que marcó un hito en la historia de los libros de cocina (como en la de todos los libros, ¡es verdad!).
Desde muy temprano, la comida no solo ha representado un modo de sobrevivir o de búsqueda de placer, sino que también ha sido objeto de estudio por parte de médicos, y suscitado el interés en diversas religiones. Casi todas ellas, desde el budismo hasta el cristianismo, pasando por el judaísmo, el mahometismo, el hinduismo, el sintoísmo, por solo nombrar las principales que se me ocurren, han preconizado sus propios principios culinarios y alimentarios y los han plasmado en diversos escritos.
Y la evolución de esos recetarios cuya historia abordaremos en este taller de forma cronológica, no es más que el reflejo de la historia de la gastronomía y, por ende, de la historia de la humanidad.